El Puerto de Las Palmas ultima la puesta en marcha de un helipuerto

La explanada, de 40 metros, no tendrá fines comerciales, sino de apoyo a intervenciones de emergencia, entre ellas accidentes o incendios

El Puerto de Las Palmas ha retomado los trámites para poner en marcha un helipuerto en la dársena de África. El proyecto, que se inició hace casi una década, se encuentra en su cuarta y última fase de tramitación, que consiste en la autorización expresa de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa) para su actividad.

Se trata de una plataforma de hormigón con una superficie de 40 metros cuadrados que ya está construida en la nueva dársena de África, también llamada de La Esfinge, en la zona más exterior del puerto. Su uso no está previsto para actividades privadas o comerciales, sino de apoyo a las actividades propias de un aeródromo de uso restringido, pues solo estará permitido realizar transporte sanitario, operaciones contra incendios y desplazamientos de medios humanos y técnicos adscritos a la lucha contra el fuego.

Su naturaleza es la de cubrir emergencias puntuales asociadas a la actividad y la seguridad marítimas, entre otras situaciones derivadas de accidentes o de situaciones análogas que requieran la intervención de los helicópteros adscritos a los servicios del Gobierno de Canarias o del Estado.

Servicios no comerciales

La base, por tanto, no está pensada para el uso privado de aeronaves. Tampoco para prestar servicios comerciales a los buques que atracan en los muelles o que fondean en las radas norte y sur de la bahía capitalina.

La adjudicación del contrato para gestionar el helipuerto y ponerlo en marcha la ha ganado la empresa valenciana Airtech Levante SL por 26.964 euros, cantidad que se corresponde con el presupuesto base de la licitación, cuyo coste total ascendía a 37.800 euros.

Solo se presentó al concurso público la compañía adjudicataria, que pertenece al grupo Urjato, especializado en proyectos vinculados a las áreas de infraestructuras aeroportuarias, hangares y naves industriales, arquitectura y urbanismo, ingeniería de instalaciones y consultoría aeronáutica.

La experiencia de la adjudicataria

Urjato gestiona en la actualidad más de 250 helipuertos, 30 hangares y 10 aeródromos, entre otros edificios. El contrato con el Puerto de Las Palmas tiene dos años de duración más una prórroga de un año, según recoge la propuesta de adjudicación, que es del pasado mes de septiembre.

El helipuerto ha obtenido las resoluciones favorables de las fases 1, 2 y 3. Solo está pendiente la cuarta fase, que consiste en la Resolución de Apertura al Tráfico (RAT), trámite final para legalizar toda la instalación por parte de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea.

La memoria explicativa del proyecto recoge que «el volumen de operaciones esperado es mínimo», al tiempo que corresponde a la adjudicataria elaborar todos los protocolos técnicos para poder prestar los servicios.

Asistencia técnica

Esta encomienda de gestión es necesaria para obtener el visto bueno de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, pues la Autoridad Portuaria de Las Palmas carece de personal en ese sentido. De ahí que saliera a concurso la asistencia técnica para poner en marcha el helipuerto.

Se trata de una infraestructura con diversas instalaciones, entre las que destaca la gestión del mantenimiento, con la obligación de señalar y pintar la superficie, instalar los equipos de salvamento y contra incendios, el saneamiento, los indicadores o ayudas a la navegación y todo el sistema de radiocomunicaciones.

En su funcionamiento también intervendrá personal de distintas disciplinas. Por eso es vital protocolizar las actuaciones, con el objetivo de lograr «una eficacia y seguridad máxima».

Acciones imprescindibles

La redacción de «procedimientos operacionales que regulen las acciones a realizar» es «imprescindible», con especial delimitación de las responsabilidades en la activación del helipuerto y las operaciones de aterrizaje, desembarque, embarque y despegue, así como de vigilancia y control obstáculos, incluida la elaboración de plan de emergencia.

El Puerto de Las Palmas intentó en mandatos anteriores que el muelle de Santa Catalina tuviese helicópteros con fines comerciales, pero ese proyecto finalmente no salió adelante: la piqueta ha terminado por derribar la helisuperficie hecha con forma de torre para levantar la nueva terminal de cruceros.



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