Satocan proyecta la primera ‘hidrolinera’ de Canarias en el Puerto de Las Palmas

La empresa pide autorización a la Autoridad Portuaria para convertir la gasolinera de la BP en una estación que suministre hidrógeno verde a camiones y guaguas

Satocan SA, grupo de referencia en los sectores de la construcción, la promoción inmobiliaria y el turismo, quiere liderar también la comercialización del hidrógeno verde en Canarias.

La compañía administrada por Juan Miguel Sanjuán ha solicitado al Puerto de Las Palmas la concesión del antiguo surtidor de la BP, con la finalidad de transformarlo en una hidrolinera que suministre este combustible limpio al tráfico pesado.

El proyecto, al menos por el momento, no está pensado para llenar los depósitos de los turismos, sino de los trailers y de los camiones que transportan las mercancías entre las islas, además de las guaguas especializadas en el traslado de pasajeros.

Inversiones, descarbonización y demanda

Tanto las administraciones como el sector del transporte tendrán que realizar importantes inversiones en los próximos años para avanzar hacia la descarbonización y cumplir con las exigencias medioambientales de la Unión Europea. Ese nicho de mercado, el tráfico pesado por carretera, es el que quiere captar Satocan con la hidrolinera, sin descartar más servicios cuando esta tecnología emergente logre vincularse a una demanda concreta de usuarios.

En el sector marítimo, por ejemplo, los barcos necesitan fuentes alternativas de energía para alimentar sus motores y dejar de contaminar cuando están en situación de fondeo, esto es, sin la posibilidad de conectarse a los sistemas eléctricos que empiezan a instalarse en los muelles. También se están habilitando corredores para transportar hidrógeno previa conversión en amoniaco, que lo hace más seguro y manejable al almacenarse a menos presión y más temperatura.

Pioneros

En España existen varias hidrolineras de uso privado, como la que Toyota promueve en Madrid junto a un grupo de empresas del sector energético. En Zaragoza hay proyectada una de uso público, pero cuenta con el apoyo del Centro Superior de Investigaciones Científicas (Csic) y dispone de una importante financiación procedente de los fondos europeos Next Generation.

La iniciativa de Satocan, que es privada en su integridad, aspira a convertirse en la primera estación de hidrógeno verde de uso público en Canarias, siempre y cuando la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP) autorice su instalación en La Luz.

El Instituto Tecnológico de Canarias (ITC) también ha inaugurado recientemente en sus instalaciones de Pozo Izquierdo la primera refinería de hidrógeno alimentada por energías renovables de España. Es, además, la única de su tipo en Europa, con un sistema de producción totalmente aislado de la red eléctrica general.

Iniciativas complementarias

Los proyectos de Satocan y del ITC, que quiere empezar a mover las guaguas de Global con la tecnología desarrollada en su sede, no están vinculados ni guardan ningún tipo de relación, pero parecen llamados a entenderse o complementarse.

La iniciativa empresarial, como es natural dentro del sector privado, está más enfocada al negocio, es decir, a la distribución y la comercialización del hidrógeno como valor final, sin olvidar los beneficios en términos de sostenibilidad que ese primer paso supondrá para las islas.

«Queremos incorporar el hidrógeno a la gosolinera como un producto más, porque este combustible va a llegar y tenemos que estar preparados. Necesitamos instalaciones para su distribución», explica Sergio Cabrera, director de Desarrollo de Negocio de Satocan.

Tiempo de la concesión

El proyecto presentado a la Autoridad Portuaria plantea una inversión de 2,7 millones de euros a cambio de explotar la hidrolinera y la actual gasolinera durante 15 años.

La compañía es consciente de que la rentabilidad será mínima porque en Canarias no hay vehículos que funcionen con pila de hidrógeno, pero espera que el mercado se anime cuando Europa aprete el acelerador de la descarbonización en los sectores del transporte y de la automoción, con una disminución de los costes de producción a medida que se extienda su uso.

La inversión está prevista en varias fases, e irá destinada principalmente a construir los tanques especiales que necesita este tipo de combustible para almacenarlo y manipularlo de forma segura. También se aprovecharán los surtidores de gasolina y de diesel, que ahora están cerrados al dejar BP la concesión el año pasado.

Parque éolicos

Satocan hace dos décadas que apostó por el sector de las renovables en su estrategia de diversificación. Tiene dos parques eólicos en el Sureste, que es donde espera generar el hidrógeno para luego transportarlo en camiones especiales al Puerto de Las Palmas.

El proceso de distribución, por tanto, es similar al de los combustibles fósiles, pero con cero emisiones al realizarse la electrólisis a partir de las energías del sol y del viento. Una vez en la hidrolinera, los tanques de los vehículos se llenan igual que ahora, con unos tiempos de espera y autonomía de funcionamiento similares.



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