El hospital flotante de la ONG Naves de Esperanza elige el Puerto de Santa Cruz de Tenerife como base

El Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, a través de la concejala de Acción Social, Charín González, recibió esta semana la visita de los responsables de la ONG Naves de Esperanza, con su presidente al frente, Gerardo A. Vangioni, que adelantó la intención de este hospital flotante de atracar cada año un mes en el puerto chicharrero para realizar acciones de reparación y avituallamiento, “existiendo la posibilidad de que voluntarios de la isla pudieran enrolarse en esta nave que recorre los mares extendiendo la ayuda hospitalaria y médica allá donde es más urgente”, desvela la concejala.

“Se trata de un buque hospital y de atención médica que en la actualidad tiene el centro de sus operaciones en el África Subsahariana, por lo que la elección de Santa Cruz como puerto base tiene un primer argumento de proximidad al área preferente de intervención”, asegura González, y añade: «además de la pretensión de extender el conocimiento de su labor humanitaria a toda la isla e incluso el Archipiélago, con la finalidad de captar voluntarios para sus naves, ya que hay que tener en cuenta que a bordo de cada una de sus hospitales flotantes viajan más de 600 tripulantes, de todo tipo”.

Tres personas reunidas en un sofá
La concejala de Acción Social del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, Charín González, se reúne con parte del equipo de la ONG Naves de Esperanza. Entre ellos, su presidente Gerardo A. Vangioni. | Foto: cortesía del Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife.

Santa Cruz de Tenerife: una localización clave para actuar

Por su parte, Gerardo A. Vangioni afirma que “como voluntarios en buques hospitales, viajamos para ofrecer servicios de salud gratuitos de clase mundial y atención quirúrgica segura, precisamente porque nos dedicamos a fortalecer los sistemas de salud locales en países en desarrollo” y argumenta que “esta tarea la realizamos a través de la provisión de cuidados médicos de primera y capacitación avanzada, marcando una diferencia en comunidades con acceso limitado a la salud”. La elección de Santa Cruz, afirma Vangioni, es, en parte, por dos razones: además de ser el puerto europeo más cercano a la zona del continente africano (zona donde centran su actividad), también son importantes destacar los servicios que ofrece la Autoridad Portuaria.

La parte médico-hospitalaria del buque tiene 7.000 m2 y de los 600 tripulantes, solo un tercio son sanitarios, que están un promedio de 6 meses y casi nunca llegan al año, porque deben regresar a sus trabajos”, cuenta el presidente de Naves de Esperanza, y agrega que “otro tercio lo ocupa personal de marinería y manejo del barco, pero el resto son personal de todo tipo, ya que se enrolan como voluntarias también familias con niños, que reciben clases en inglés y francés para que no pierdan el año, por lo que se necesitan profesores, carpinteros, peluqueros, conductores, etc.”. Tal y como comenta también la concejala Charín González, “la necesidad de contar con personal voluntario de todo tipo ha propiciado que la organización Naves de Esperanza haya centrado su mirada en Santa Cruz de Tenerife, no solo por su puerto y la proximidad geográfica al continente africano” y aclara que “también visitaron el Ayuntamiento para solicitar ayuda en la promoción del voluntariado que quiera participar en un proyecto tan importante que lleva la sanidad y las intervenciones quirúrgicas allá donde las propias administraciones públicas de esos países en desarrollo no llegan”.

Debe tenerse en cuenta que dado que más del 50% de la población mundial vive cerca de la costa, los barcos de la ONG Naves de Esperanza son la mejor manera de llegar a las personas necesitadas con atención médica personalizada y de última generación. Desde esta entidad de voluntariado se indica que “la misión de brindar esperanza a los necesitados comenzó en 1978, y a partir de ahí, cada año enviamos barcos hospitales llenos de profesionales voluntarios que brindan desinteresadamente cirugías que cambian vidas”, aseguran en su página web. Durante más de 40 años, desde Mercy Ships (su nombre en inglés) “hemos centrado la atención en brindar cirugía y fortalecer la infraestructura de atención médica en las naciones a las que servimos” y concluyen asegurando que “gracias al apoyo de amigos y socios, los niños y las familias que padecen enfermedades dolorosas, desfigurantes y a menudo prevenibles han podido encontrar la curación que tan desesperadamente necesitaban”, detalla Gerardo A. Vangioni.

Más de 40 años de historia

En los últimos 45 años, Naves de Esperanza han trabajado en más de 56 países en vías de desarrollo, proporcionando servicios valorados en más de 1,5 mil millones de euros y beneficiado directamente a más de 2,8 millones personas, contribuyendo a fortalecer los sistemas de salud de las naciones que los acogen, bien a nivel de infraestructuras y equipamientos, bien a través de programas de capacitación y tutorías. Mercy Ships (Naves de Esperanza en España) es una ONG Internacional, con oficinas en 16 naciones, desde el año 1978 (en este país, desde el 2000) a través de buques hospitales, transformando la vida de individuos y naciones. Gracias al trabajo de su tripulación de voluntarios, ha llevado a cabo más de 114.000 cirugías, tratado a más de 197.000 pacientes y realizado más de 530.000 procedimientos dentales, a la vez que ha formado a más de 53.000 profesionales de la salud, y más de 1.115 proyectos de desarrollo, infraestructura hospitalaria y agricultura.



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