Con el fin de buscar soluciones para reducir los ruidos que genera la actividad del Puerto de chicharrero, y para dar respuesta a las «quejas recibidas por residentes en determinadas zonas residenciales» próximas a la instalación, la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife contará con un nuevo servicio de control y «seguimiento sistemático» y de «mayor intensidad» del ruido ambiental.
El citado organismo ha sacado a licitación, por un presupuesto de más de 90.000 euros, la contratación de dicho servicio, que, según destaca la Autoridad Portuaria, «permitirá caracterizar con mayor precisión los ruidos generados en las diversas operativas portuarias, complementar los estudios ya realizados, verificar el cumplimiento de los Objetivos de Calidad Acústica, y adoptar las medidas que procedan para minimizar las molestias a los residentes». Las empresas interesadas podrán presentar sus ofertas hasta el próximo 12 de julio. La entidad que resulte adjudicataria realizará campañas de monitorización del ruido ambiental, caracterización del mismo, modelización y verificación del cumplimiento de objetivos de calidad acústica en las zonas de afección que determine la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife.
Esta quiere establecer un servicio de medición del ruido ambiental en el Puerto chicharrero y en aquellas zonas de los demás puertos que gestiona donde las actividades portuarias puedan estar causando afección a los núcleos de población, «poniendo en riesgo los objetivos de calidad acústica». «A su vez, queremos dar respuesta a las quejas de residentes y a los compromisos institucionales adquiridos. Y pretendemos analizar las posibles medidas que puedan adoptarse al respecto».
En la memoria justificativa del contrato se indica que la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife viene realizando estudios de ruido ambiental que «necesitan ir actualizándose constantemente», para comprobar sus efectos en la actividad portuaria. «Es parte de la política de sostenibilidad ambiental de Puertos de Tenerife el analizar aquellos aspectos ambientales que pudieran ser objeto de quejas y/o compromisos con terceros».
Fuentes del organismo explican que se tiene que contratar a una empresa externa para este servicio porque la Autoridad Portuaria no dispone de los medios técnicos apropiados para la ejecución y elaboración de los trabajos anteriormente mencionados. «No se estima conveniente la ampliación de la plantilla para un trabajo tan puntual, por lo que se propone una contratación exterior».
«La lucha contra el ruido tiene su fundamento en el derecho a disfrutar de una calidad de vida digna y de un medioambiente saludable. La realización de estudios de ruido nos permite disponer de la evaluación global de la exposición a la contaminación acústica de una determinada zona, realizar predicciones globales para dicha zona, adoptar de forma fundada planes de acción en materia de contaminación acústica y, en general, definir medidas correctoras que sean adecuadas», manifiesta la Autoridad Portuaria.
Esta asegura que ha desarrollado evaluaciones de ruido durante los últimos 11 años, que han permitido la adopción de medidas para reducir el ruido generado por los puertos .»No obstante, las quejas recibidas por residentes en determinadas zonas residenciales próximas al Puerto de Santa Cruz han puesto de manifiesto la necesidad de realizar un seguimiento sistemático y de mayor intensidad«, añade el organismo.
A través de este nuevo contrato, y según anuncia Puertos de Tenerife, se diseñará un plan de medidas «eficaces» en aquellas zonas portuarias donde puedan existir incumplimientos acústicos. A su vez, el contrato incluirá un servicio de consultoría que permita dar respuesta a la elaboración de informes técnicos, y realice campañas de medición de focos concretos de operativa portuaria que puedan surgir en todos los puertos que gestiona la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife.
En la instalación chicharrera ya se han identificado dos zonas de afección: la avenida Francisco La Roche (avenida de Anaga) y el núcleo urbano de María Jiménez. «Estas zonas serán objeto, al menos una vez al año, de monitorización de los ruidos generados en la Dársena de Anaga y en la Dársena del Este». Asimismo, y según se indica en el pliego de la licitación, se vigilarán también la Dársena de Los Llanos, Dársena de Pesca, la zona de fondeo próxima al núcleo urbano de San Andrés y la zona de fondeo próxima al núcleo urbano de Igueste de San Andrés.- Eloisa Reverón / EL DÍA