El paso de los buques Kaptain Rusak y Profesor Mikhaylo Alexandrov por el Puerto de Las Palmas se complica. Un juez de lo Mercantil de la capital grancanaria ha embargado los pesqueros por las deudas contraídas por su armador, que ha dejado de pagar las nóminas de sus marineros tras atracar en La Luz hace año y medio.

Los barcos recalaron en el muelle de Cambulloneros en febrero del año pasado, según los registros oficiales de la Autoridad Portuaria de Las Palmas (APLP). Se quedaron a bordo tres marineros ucranianos como tripulación de guardia para gestionar las necesidades básicas de los buques, pero la congregación Stella Maris se tuvo que hacer cargo de ellos por los impagos de sus sueldos, al tiempo que la Federación Internacional de los Trabajadores del Transporte (ITF) interpuso la correspondiente demanda para inmovilizar los pesqueros y tratar de cobrar la deuda de los trabajadores.

Esta federación de organizaciones sindicales, que es conocida por su autoridad mundial en el sector del transporte, ha solicitado al Juzgado de lo Mercantil de Las Palmas el embargo de los buques, con la finalidad de sacarlos a subasta y liquidar sus deudas, entre ellas las contraídas con los tres marineros ucranianos que se quedaron de retén al arribar al Puerto de Las Palmas.

Más deudas

Las fuentes portuarias y sindicales consultadas explican que los responsables de los barcos arrastran deudas en otros puertos y con más marineros y empresas afectadas, con peticiones de embargo similares a la realizada en la capital grancanaria. El problema, además, se agrava por la titularidad de las naves, que no está del todo clara, con una disputa abierta entre Ucrania y Rusia por la posesión de las embarcaciones.

Las mismas fuentes destacan que primero es necesario resolver esa controversia internacional para luego saldar las deudas o, en caso negativo, proceder a la subasta de los buques con ese mismo fin.

Tres marineros abandonados

Tanto el Kaptain Rusak como el Profesor Mikhaylo Alexandrov continúan atracados en La Luz a la espera de que se resuelva la disputa. Los tres marineros ucranianos afectados por el embargo están bien: uno ha regresado a su país de origen pese al asedio ruso, y los otros dos, «desde hace unos meses», abandonaron el Puerto y viven en Gran Canaria, en parte por la imposibilidad de regresar a Ucrania por la guerra de Rusia.

Los buques son propiedad de la compañía pesquera ucraniana Fishing Company S.A., pero la Oficina del Fiscal de Ucrania ha abierto diligencias penales para investigar a varios funcionarios de su propia Agencia Estatal de Pesca. A principios del año pasado solicitaron la colaboración de las autoridades españolas para inmovilizar los barcos pesqueros y evitar que acaben en manos rusas.

Según varios medios de comunicación ucranianos, el director de Fishing Company S.A. excluyó los dos barcos del registro estatal de buques pesqueros, con la finalidad de darle el nuevo flete a entidades vinculadas a empresarios rusos.

Origen del conflicto

Los pesqueros fueron arrendados a la compañía Victoria Celeste LLP, que es propiedad del ciudadano ruso Akmal Mamarakhimov, con negocios importantes en el sector de la minería. La finalidad de esa maniobra es apelar a una «deuda ficticia» con Ucrania por supuestos servicios no prestados, con la intención de transferir los barcos a la compañía estatal de inversión y desarrollo rusa Veb RF.

En febrero del año pasado, cuando trascendió la disputa por el control de la flota arrastrera ucraniana, los representantes en Las Palmas de los dos barcos negaron que existiera un conflicto con Rusia, si no «comercial» entre el armador y el fletador de los buques, es decir, entre el propietario y el que lo alquila para faenar, rechazando que las naves estuvieran inmovilizadas o retenidas en La Luz.

Nuevas fuentes consultadas confirman que el caso está judicializado, razón por la que los buques llevan año y medio amarrados el Puerto de Las Palmas.- M. Reyes / LA PROVINCIA