La Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife ha celebrado el renombramiento oficial del edificio Puerto-Ciudad, al que se ha bautizado como Estación Marítima Agustín de Betancourt, en homenaje a la trascedencia histórica, científica y tecnológica del destacado ingeniero y arquitecto canario, conmemorándose 200 años de su muerte.
Al evento han acudido Pedro Suárez, presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife; Pablo Rodríguez, consejero de Obras Públicas, Vivienda y Movilidad del Gobierno de Canarias; Lope Afonso, vicepresidente del Cabildo de Tenerife; Carlos Tarife, primer teniente de alcalde de la corporación capitalina; Rufino García, presidente de la Fundación Cultural Betancourt y Molina, y Miguel Ángel Carrillo, presidente del Colegio de Ingenieros, Caminos, Canales y Puertos de España.
«Betancourt ha vuelto a casa y se va a quedar aquí permanentemente. Queremos que este acto sea el primer paso para que todas las instituciones, de alguna u otra manera, colaboremos junto con la Fundación y el Colegio de Ingenieros para continuar con la divulgación de la obra de Agustín de Betancourt«, ha asegurado el presidente, Pedro Suárez.
La desde ya conocida como Estación Marítima Agustín de Betancourt fue inaugurada el 30 de abril de 1994, con motivo del V Centenario de la Ciudad y Puerto de Santa Cruz de Tenerife, convirtiéndose desde entonces en un punto de referencia fundamental para la conectividad marítima interinsular.
Hasta los años 70 funcionó como almacén del puerto, hasta que la llegada de buques rápidos de Trasmediterránea revoluciona el transporte marítimo facilitando el movimiento de vehículos y provocando un fuerte aumento de pasajeros al mejorar claramente los servicios y comodidades que hasta entonces existían.
Con el nuevo nombre, este edificio histórico es un honor a la trayectoria de Agustín de Betancourt por su contribución al desarrollo de las infraestructuras europeas y su papel como inventor y arquitecto. «En Canarias su figura es poco conocida, nos queda mucho por hacer para que al pronunciar la palabra ‘Betancourt’ se le conozca como el padre de la ingeniería y la arquitectura moderna», ha afirmado Rufino García, presidente de la Fundación Cultural Betancourt y Molina.