La Fundación Puertos de Las Palmas ha sido galardonada con la Medalla de Plata de la Comisión de Fiestas del Carmen de La Isleta, un reconocimiento que subraya su implicación constante en la vida social, cultural y marinera del barrio isletero, uno de los núcleos históricos más vinculados al Puerto de La Luz.
La distinción fue entregada el pasado domingo 6 de julio, en el marco de las celebraciones oficiales en honor a la Virgen del Carmen, patrona de los marineros, durante un acto cargado de simbolismo y emoción que congregó a vecinos, representantes del sector portuario y autoridades locales.
Un reconocimiento desde el corazón marinero de La Isleta
La encargada de recoger la medalla fue Betsabé Morales, gerente de la Fundación Puertos de Las Palmas, quien agradeció el gesto en nombre del equipo: “Este galardón nos honra profundamente porque nace del corazón de un barrio que representa la esencia marinera y portuaria de nuestra ciudad. La Isleta es historia viva del Puerto de La Luz, y desde la Fundación seguiremos trabajando para fortalecer esa conexión entre el puerto y su gente, con proyectos que generen valor y oportunidades para todos.”
Más de 25 años fortaleciendo la relación puerto-ciudad
Con una trayectoria de más de dos décadas, la Fundación Puertos de Las Palmas ha desarrollado iniciativas sociales, culturales y formativas con un fuerte impacto en el entorno portuario. Su labor ha sido clave en la construcción de puentes entre el Puerto de La Luz y los barrios colindantes, como La Isleta, apostando por un desarrollo portuario sostenible y participativo.
Este reconocimiento por parte de la Comisión de Fiestas del Carmen representa no solo un gesto simbólico, sino también una validación del modelo de colaboración puerto-ciudad que la Fundación impulsa, especialmente en zonas con una identidad marinera tan arraigada como La Isleta.
Puerto, identidad y futuro compartido
El vínculo entre el Puerto de La Luz y el barrio de La Isleta es histórico y profundo. La Fundación, con este nuevo galardón, reafirma su compromiso con un modelo de desarrollo que respeta las raíces de la comunidad, al tiempo que proyecta un puerto abierto, humano y conectado con su gente.
