De Australia a Holanda con escala en Canarias para repostar 150 toneladas de combustible y transportar carbón. La crisis en el Mar Rojo sigue desviando buques hacia el Cabo de Buena Esperanza para circunvalar África por el Sur y llegar hasta el norte de Europa, como ha ocurrido esta semana con el Alanood, un mercante de Arabia Saudí especializado en grano, áridos y productos similares destinados al Viejo Continente.
El Alanood tiene 229 metros de eslora, fue construido en 2020 y navega bajo bandera saudí. Suele zarpar de China y de Australia y su ruta principal hasta Europa es a través del Canal de Suez, pero la inseguridad en el Mar Rojo ha motivado su paso por el Puerto de Las Palmas, donde ha sido asistido por la consignataria J. A. Arocha.
Sudáfrica, Namibia, La Luz y Róterdam
El buque no entró al Puerto de La Luz, sino que se quedó fondeado en la rada Sur, donde una gabarra le suministró 150 toneladas de combustible. Previamente hizo escala en Sudáfrica y en Namibia, siendo su destino final Róterdam, primer puerto de Europa en volumen de mercancías y uno de los más grandes del mundo.
La carga que el buque transporta a Países Bajos es carbón, un mineral del que Australia es el sexto productor del mundo, con grandes reservas y líneas de exportación, sobre todo del carbón bituminoso, que se usa para producir energía, además de metales como el hierro y el acero o la fabricación de cemento y de papel, entre otras aplicaciones industriales.
Este tipo de mineral es conocido también como carbón metalúrgico, una materia prima esencia para elaborar acero y otros materiales, cuyo mercado marítimo global domina Australia, con más de la mitad de los volúmenes mundiales y tres veces los envíos del siguiente mayor exportador, Estados Unidos. China, en cambio, encabeza la exportación de mineral de hierro, igual de clave para el sector metalúrgico, según diferentes medios digitales especializados en minería y energía.
El ‘efecto’ del Mar Rojo
La guerra de Israel en Gaza y los ataques hutíes en el Mar Rojo han consolidado el paso de estos grandes mercantes por Canarias, con tres tipos de naves que empiezan a hacerse habituales en la bahía capitalina: portacontenedores de última generación, gaseros y graneleros.
Estos nuevos tráficos han disparado la actividad en el Puerto de Las Palmas, sobre todo en el tránsito de contenedores por la actividad internacional de MSC, así como el avituallamiento de combustibles, un servicio estratégico en el que La Luz lidera el Atlántico Medio con más de dos millones de toneladas al año.
Largo y afilado como un cuchillo
En graneles sólidos, sin embargo, no hay tanta actividad como en el bunkering o los contenedores, estando más vinculada a los países de África Occidental. De ahí la atención que despertó el Alanood en la bahía capitalina, con sus 229 metros de eslora y una silueta delgada y afilada que muchos confundieron con un petrolero.
En los primeros seis meses del año, el Puerto Las Palmas ha despachado 1.364.806 toneladas de carburantes, con un incremento del 26,75 %, lo que apunta a nuevo récord al final del ejercicio, mientras que la mercancía movida en contenedores ha aumentado un 14,24%, con 7.456.284 de toneladas, según las estadísticas de la Autoridad Portuaria.- M. Reyes / LA PROVINCIA